sábado, 5 de noviembre de 2011

Tricóptero Jarupiano





MATERIALES

- Anzuelo: #16
- Hackle: negrisco
- Hilo de montaje: negro 8/0
- Cuerpo: dubbing de pelo de topo
- Tejadillo: pluma de gallo de León negrisco o acerado oscuro
- Poste: para post naranja fluor




PASO A PASO

1. Fijamos el hilo de montaje a la tija del anzuelo.


2.  Formamos el cuerpo del tricóptero enrollando el dubbing de topo desde delante  hacia detrás y viceversa, dejando el espacio suficiente para formar posteriormente en hackle y cabeza del insecto.




3. Con el propio hilo de montaje sujetamos fuertemente la pluma de León , en este caso un indio acerado oscuro, para así formar el tejadillo de nuestro trico. Previamente debemos igualar la pluma con la ayuda de un igualador. Cortamos el sobrante de la pluma.




4. Fijamos el post con especial cuidado de dejar el suficiente espacio en la parte delantera de la tija, con el fin de que no quedarnos sin espacio al finalizar nuestro montaje. Damos 5 o 6  vueltas con el hilo de montaje alrededor de nuestro poste.



5. Sujetamos la pluma con la que formaremos el hackle.y con un poco de dubbing formamos el tórax del insecto. 



6. Enrollamos cuatro vueltas de hackle y lo fijamos con el hilo de montaje. Hacemos el nudo final y cortamos el poste a medida. Mosca lista.







A PIE DE RIO
     Flotabilidad, visibilidad y efectividad es lo que buscamos con montajes como este. Nuestro compañero Mario,  conocido como “jarupi “en este mundillo, es explorador en el rio  y sorprendente ante el torno, temporada trás temporada consigue sorprendernos con montajes fuera de lo común que marcan la diferencia. Lo que pensamos que es fruto de la casualidad no deja ser el resultado de horas de pesca, montaje y pruebas en los ríos de la montaña leonesa. Solo a él se le ocurre pescar una tablona del Esla con una efémera roja con tinsel dorado en un #16,  o tirar al agua una emergente con alas de color naranja fluor. Romper con todo lo escrito, para demostrar una vez  más,  que sus moscas, nuestras moscas,  pescan.


     Y ahora me tocaba a mi sacarla de paseo por tierras gallegas. Era el mes de Julio, la jornada ya estaba planifica, había quedado con Hector  que meses atrás me había escrito unos correos explicándome que quería iniciarse en la pesca a varal. No lo dude, lo hablamos un poco y nos lanzamos a la aventura. Estábamos en Galicia y buscaba un TLSM para pasar el día, primero nos dejamos caer por el rio Iso, pero en 10 minutos nos dimos cuenta que aquello no merecía la pena, la contaminación asolaba el rio. Nos fuimos para el Narla, cerca de Friol, en la provincia de Lugo. El rio estaba prácticamente seco y lleno de maleza, pero no me importo al ver las aguas tan limpias y alguna que otra pintona en la cola de las corrientes. 


     Nos lanzamos a la aventura, el primero en engañarlas fue el más viejo en el oficio, pero mejor dar paso a la cantera pensé, asique me puse por detrás y deje hacer. Creo que era la segunda vez que pescaba a varal mi compañero, y vaya como lo hizo. Pateamos bien el tramo y a pesar de que las truchas no se mostraban demasiado activas conseguí lo que quería, ver esa cara de Hector, la mismita que puse yo con ocho años cuando saque mis primeras truchas.





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